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Habían pasado unos minutos
del reconocimiento de Daniel Scioli de su derrota cuando Mauricio Macri ya daba
su primer discurso. Un rato antes (el gobernador electo de ya no recuerdo de qué
provincia) le hablaba a los presentes en Costa Salguero, refiriéndose a ellos como
“el publico”. Como si fuera un espectáculo en donde el pueblo había desaparecido, y ahora era solo el público. Primeros signos
de los nuevos tiempos que cuando avanzaron resultaron arcaicos.
En su primera salida
Mauricio Macri agradeció y dentro de sus agradecimientos semejantes al de un
cumpleaños de 15 presentó a una persona muy especial. Una persona que lo había cuidado desde
niño y todavía seguía a su lado; se trataba de la secretaria de su padre “Anita”
según recuerdo. Una señora mayor que muy
contenta pasó a recibir como premio unos segundos de fama que se desvanecerán
tan rápido que hasta los libros de historia la ignorarán.
Lejos de ser un detalle
menor quizás marca el inicio de un vínculo social bastante claro. Macri
mostraba su linaje a ese electorado
que lo había votado. Mostraba su sangre
azul, su estirpe de patrón
reconociendo el valor de su servidumbre
fiel. En el barrio a esa secretaria la llamarían la
sierva y lejos de no respetar las tareas de las trabajadoras de casa de
familia lo que quiero señalar es que Macri se presentó primero como Patrón.
Lo hacía delante de ese público que lejos de la idea activa de
pueblo eran espectadores que miraban como el
patrón se hacía cargo de la estancia como había sido casi siempre.
Una sociedad que elige no
hacerse cargo porque los que tienen que
hacerse cargo son los patrones, “para eso son poderosos". Triste conclusión
si las hay…pero es un pedido real
que dice ¡Basta de pedir que la sociedad se haga cargo de su destino, de lo que
piensa, de lo que decide, del país!...¡Si para eso están ellos!. Con esa
ceguera conservadora todo vuelve a la normalidad y cada uno a su casa a ver la
televisión.
El
alto grado de servilismo es la contracara de la idea de
corresponsabilidad. Es la contracara de la idea de ciudadano. Se votó entre
otras cosas para restaurar los poderes reales y simbólicos. Para que las cosas
vuelvan a su lugar. ¿Donde se ha visto que el pobrerío tenga poder? ¿qué es eso
del empoderamiento?...¡Eso tarde o temprano termina mal!. Dicen por ahí sin
decirlo como un inconsciente rastrero.
Como una paradoja futbolera podremos explicar
la cosa diciendo que cada uno vota como vive o quiere vivir. Me pregunto, sin
repuesta…¿cuál será el grado de servilismo del votante a Macri con los poderes cotidianos
que los rodean?
Y la cosa parece que venía
complicada para la patronal en los últimos años.No pudieron tener un
representante creíble que pueda ser votado y entonces tuvieron
que venir ellos mismos. Porque ya lo decía Néstor …Mauricio es Macri: dueño
de una de la corporaciones más poderosa del país que junto a los CEOS (¿así se
dice ahora no?) más cotizados se arremangaron para atender en persona.
Pero
como para saber mandar hay que saber obedecer estamos y estaremos
presenciando el grado de servilismo que nuestros gobernantes van teniendo con
los EEUU a quienes se les informó primero qué se iba a hacer . La
sumisión a los fondos buitres, a Griessa, a los poderes monopólicos locales, a la
cultura Norteamericana y Europea, etc, etc.

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R.H.
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