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El votante de Macri
es de por si heterogéneo y las causas de su voto más aun. Seguramente estaremos los próximos cuatro años
tratando de entenderlos y tal
vez más por nosotros mismo que por ellos. Un enigma un, misterio a develar. El
siguiente es un esbozo de algunas
características posibles:
Un individuo que
sintió siempre que desde el gobierno se le enrostró sus miserias. Que lo sacó
de su comodidad de pensar/desear que el responsable de lo que sucede siempre es
el otro, para bien o para mal. En este caso el otro era ese poderoso Estado y
ese poderoso gobierno como responsable de sus designios.
Es ese gobierno
recién llegado en el 2003 le fue
diciendo que el también es responsable de lo que le pasó, le pasa y le pasará.
Le dijo en sus
principios que la Dictadura Militar no era solo responsabilidad de “los malos”
militares sino que hubo una sociedad que
apoyó y acompañó. Le dijo “Vos sociedad civil también sos responsable! ¡No
mires para otro lado!¡Hacète cargo delo que te corresponde!
Un gobierno que puso en discusión el rol de
los medios de comunicación y sacó a este individuo de la comodidad del
consumidor y lo interpeló:
¿Alguna vez te pusiste a pensar si los medios
de comunicación dicen la verdad? ¿Qué medios ves y escuchas?...¿Lo que decís es
tu opinión o repetís como un loro lo que algunos medios dicen?...¡Hacete cargo!
¡Vos sos responsable de cómo y a través de quienes te informas! ¡No te podes
hacer el distraído ahora!
Con todo lo confuso
que resultó el conflicto con el Campo ¿No te pareció un poco raro encontrarte
siendo trabajador/clase media
defendiendo los mismos intereses que los poderosos?. Ese individuo escuchó
esa pregunta incomoda mil veces y mil veces más se la hizo a sí mismo y no pudo
responder. Este gobierno le instaló a este individuo ese pregunta como una daga
que hiere todo el tiempo.
Un gobierno con una líder que con su sola
presencia interroga a todas las mujeres que solo se pensaron en la cocina,
cosiendo, limpiando, siendo buenas amas de casa porque “la política era
cuestión solo de hombres”, lejos del poder porque el poder es también de los
hombres. Ellas también lejanas a la inteligencia porque habían nacido para
servir, ser hermosas y tontas como Dios manda.
Ella
“La Yegua” les enrostró que se puede ser mujer de otra
forma y eso molesto a muchas y a muchos. Pasaron de la envidia al enojo y de ahí
al odio en un colectivo que no distinguió clase social.
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Un gobierno que le exige a sus interlocutores
que sepan de historia, de economía, de filosofía para estar a la altura de sus
argumentos. Le enrostra que no está dispuesto a la superficialidad al discurso
hueco Es ese discurso, es esa exigencia que no soporta ese individuo que nunca quiso
ponerse a pensar, que no le gusta la política porque la considera innecesaria.
Es cosa de gente complicada o jodida
“qué ganas de complicarse la vida“ piensa. El solo quiere trabajar y que no lo
moleste nadie con esas cosas. Es ese individuo que se cansó de sentirse
interpelado, en falta en un contexto y en donde se valora todo lo contrario a
lo que es él. ¿En cuantas reuniones familiares se sintió un “boludo” porque no
tenía con qué debatir (ni información ni conocimientos). ¿En qué mundo vivís?
Le decían y él se sentía agredido por un discurso al que percibía como
soberbio.
Porque
eso hizo este gobierno con sus más y sus menos enrostrarle a ese individuo sus
propias miserias. Eso que nadie quiere ver de si mismo. Ese espejo escondido
por años para no ver la dolorosa imagen. Acto imperdonable para aquellos que no
quieren mirarse, fue obligado a verse a reconocerse miserable cuando siempre el
feo sucio y malo era el otro. Tuvo desdicha de que la vida se había convertido
en una gran 678 en donde le mostraban lo que había sido, lo que había dicho sin
poder negarlo.
Ese individuo estuvo agazapado esperando que
esa incomodidad termine algún día y vio como El proyecto de derribaba herido de muerte y no dudo en un acto
cobarde darle el golpe de gracias. Necesitó desde el principio un cambio y que
todo vuelva a esa normalidad que no sabe ni nombrarla pero que antes existía en
donde no era interpelado por nadie. No
importa si a muchos no le iba bien: él estaba cómodo sin pensar, sin decir, sin
tener que tomar postura sobre nada solo transcurrir. La solidaridad era solo el
bingo en la parroquia apara juntar fondos. No sabe como describir esa realidad
pero eran tiempos en donde todo estaba en su lugar. Ese individuo voto. Lo hizo
sumado a otras complejidades que ya hoy son parte de la historia. Lo hizo sin saber que le dio a algunos la
foto inesperada, la menos pensada, la menos querida, la que hace unos días era
solo parte del argumento de una película de terror: el 10 de Diciembre Cristina
le pondrá la banda presidencial a Mauricio Macri.
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Los egoísmos de la
modernidad
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Una etapa politica que en “actos concretos” hizo
aflorar las miserias humanas: desde el docente
que no soportó ver a los chicos con Netbook porque... ¿Cómo ellos los
pobres van a tener acceso a lo mismo que yo?
Hasta los propios beneficiarios de ayudas
sociales que veían en sus pares “vagos que viven de los planes” dejaron salir
lo peor de la miseria humana de estos tiempos. No pudieron decodificar (tampoco
hubo quienes lo ayudaran a hacerlo en territorio hace rato) en clave de derechos. La
modernidad también trajo la complejidad de las miserias traducidas en un
egoísmo de estos tiempos: no me alcanza con que me vaya bien también
quiero que le vaya mal al otro.
El problema es la
clase media se dijo mucho tiempo y razones hubo para pensarlo. Su lugar en la
escala social siempre fue mirando hacia arriba más que para abajo. Hace rato
que esa clase media urbana odia y no es
solo producto de los medios hegemónicos. Odian como una forma de su propia
identidad, con una queja constante en donde si hay sol: ”hace calor de mierda” si llueve es una lluvia de mierda que no para más”,
si el colectivo tarda es porque “es un país mierda donde todo anda mal”. Ellos
ya estaban así antes de esta etapa. Tal vez encontraron algo que canaliza su
rabia y el gobierno fue un novedoso y pujante blanco de ese odio preexistente.
Una clase media que parecía con contornos más claros, quisieron verse siempre
solo como los hijos de inmigrantes (que se miraban al espejo y veían a
renegados nacidos en el lugar equivocado) mirando a Europa y EEUU como si
fueran exiliados. Esa Clase media y los sectores populares con la cabeza
colonizada escuchaban con beneplácito como Macri hablaba de los argentinos como
llegados de los barcos atrasando 200 años en su concepción. Ellos que se olvidaron
de sus abuelos gringos que fueron discriminados
cuando llegaron de la misma forma que
ellos discriminan hoy a los morochitos de la villa. Esa clase media que aspiraba
a más y no pudo, miró a los de arriba y no pudo llegar. Se odia si misma desde
hace rato como renegados, como rencorosos del destino. Esos no empezaron a
odiar al kirchnerismo, ese odio es distinto al de la oligarquía que siempre
odio a las causas populares. Son los que quisieron ser oligarcas y no pudieron….
esos también vieron en el voto a Macri la posibilidad de encausar ese odio. A
quienes odiaran ahora? Quien lo sabe…
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R.H.
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