
Interesante disquisición teórica
que no tiene resolución al menos para mi corto saber, pero que queda relegado
en una mesa de amigos (y más si hay vino de por medio) al terreno de las
BOLUDECES…
Terminar, culminar, cerrar,
finalizar, llegar, acabar….y Don Sigmund se me ríe como siempre lo hizo y me
deja sin poder salir de mi primera sesión de terapia de hace 25 años.
Estuve a punto de decir que
Don Sgmund me dejaba mal “parado” pero hubiese sido ya una frase sin ningún
posible regreso más o menos decoroso.
Lo que hoy quiero decir es
que no se si estoy camino a renacer mi fe o simplemente estoy un poco grande
pero hoy necesito creer que algo termina y algo comienza.
Durante este año seguramente
tuve algún dolor y algunas alegrías (como
muchos, supongo, o como todos pero hoy tengo necesidad de al menos decirlo), me
conmovieron las tristezas de los que quiero y sus alegrías también. No siento
que este viviendo en un país con una crisis profunda o que este harto de la
corrupción o de la inseguridad , es más en algunos aspectos pienso todo lo contrario
…así que no es motivo para estar esperando la culminación de una etapa negativa
ni mucho menos.
Pero …¡Quiero terminar el
año!¡ Por favor!!! Puede que esté cansado, físicamente, mentalmente ; es una
posibilidad. Pero también me gusta y necesito terminar para poder enumerar los
logros que tengo o tuve (ya no se cómo decirlos) para convencerme que existieron,
para reafirmar lo que soy y lo que tengo, que seguramente no es gran cosa pero
es mi vida.
Que la vida me ha dado unos hijos
hermosos y una esposa maravillosa que me soporta y que me quiere, es algo meritorio
para un neurótico como yo que pone a prueba la paciencia de cualquiera y sobre
todo puertas adentro (¡no saben lo que soy a la mañana y de mal humor!!!).
Necesito “decir” para
reafirmar que pertenezco al grupo de los privilegiados que trabajan de lo que le
gusta, que me parecen tiempos interesantes y algunas cosas se parecen al país
en que me gustaría que vivan mis hijos.
Y también que termina el año y me sigo preguntando si estaré a la altura de los
tiempos que corren o no.
Pero también en este año no
pude hacer muchas cosas que quise… y si. Que muchas cosas me salieron mal y
otras más o menos… también. Pero quiero terminar y abrazarme a esa necesidad
ficticia de pensar que termina este tiempo y empieza otro.
Quiero tener la esperanza o
la fantasía que cuando de vuelta la página podré tener la oportunidad de ser un
poco mejor: mejor padre, mejor marido, mejor amigo, mejor compañero, mejor
Trabajador Social, mejor ciudadano. Y no digo “el” mejor (porque ahí estaríamos
hablando de otra cosa) sino tan solo un poco mejor de lo que he sido. ¿Quien
puede querer quitarme esa fantasía? No es un derecho que tengo?. Y le pido a los Dioses, a la naturaleza, al
destino (hasta soy capaz de pedirle a Papá Noel que como Dios del mercado algo
me puede conseguir) o a quién sea que me conceda al menos eso, nada más…
Y cuando termino de pedirlo
me doy vuelta y veo que Don Sigmund se
descostilla de la risa y pone cara como diciendo…sos de Manual Pibe!!!...y me
dice en un tono paternal (con todo lo que él sabe que eso implica) : “acabe
tranquilo el año, amigo, que mañana seguro que será mejor”.
¡Feliz término y mejor comienzo!!!
Ricardo
No hay comentarios:
Publicar un comentario