Conversamos con la Asociación Rompecabezas conformada por un grupo de jóvenes que comienzan con un proyecto en un barrio del Bajo de San Isidro y se lo preguntamos.

“Es una elección de vida”
“Nos hace más felices”
“Ayudar a los que no han tenido las mismas oportunidades que nosotros”
Un grupo de jóvenes que se juntan con finalidad de ayudar a los demás y un barrio que no hasta hace mucho pasaba inadvertido, como parte del paisaje, es hoy el destinatario de sus sueños.
Para ellos se trata de trabajar con aquellos que no han tenidos las mismas oportunidades que ellos en la vida. Están convencidos que a través de la educación se puede ayudar a otros a formarse como personas. Quedaron atrás las épocas en que ayudaban a través de la escuela. Hoy la asociación se plantea le búsqueda de financiamiento a una propuesta que están convencidos que vale la pena comenzar. Un apoyo escolar es una de las conclusiones de un diagnóstico hecho por la asociación después de haber caminado el barrio de haber estado con la gente del lugar. Pero también tienen en claro que lo que proponen debería hacerlo el Estado. Sin embrago eligen estar allí con la diversidad de sus integrantes. Un economista, un estudiante de Ciencias políticas, una gestora. Dos trabajadoras sociales colaborando fueron dando forma a propuestas que entusiasma con solo escuchar.
¿Por qué comienzan a pensar en una asociación y en una propuesta para el barrio?
Marcos- Porque vemos que hay un núcleo de personas que están excluidas y que mucha gente no sabe que existen. Nos pasaba que habíamos pasado muchas veces por el lugar y nunca no habíamos detenido a ver como viven las personas, pasábamos de largo. Era como si no existieran, a muchos les pasaba eso. Hoy relacionarnos con la gente del barrio se vive distinto.
Como economista podría hacer otro camino pero me comencé a preguntar cuál es el motivo de lo que hago y con esta experiencia estoy encontrando las respuestas; estar en barrio con esta propuesta nos hace felices.
Santiago - para mi es una elección de vida, me definiría entre otras cosas como un militante. Hay que creer que se puede cambiar las cosas y tratar de llegar a donde el Estado no llega.
Te llena estar con la gente...
Victoria - la que te moviliza es ayudar a la gente yo me definiría como voluntaria no le dio una mirada política.
¿Cómo es construir un proyecto partiendo de distintas miradas?
Santiago – Pasamos un proceso interesante de discusión donde se volcaba lo ideológico y la necesidad de tener recurso y tener reconocimiento lega. Así surgió la idea de la personería jurídica. Llegamos a consensuar muchas cosas y tratando siempre de complementarnos porque tenemos miradas diferentes y eso enriquece la cosa y hace que tengamos roles diferentes también.
No queríamos caer de afuera con una propuesta colgada, así que coerzamos con un diagnóstico en el que colaboraron dos trabajadoras sociales y estamos viendo la posibilidad de tener un espacio donde realizar un apoyo escolar. La idea es tener maestras, trabajadores sociales y fonoaudiologa. Pero sobre todo plantearnos ir más allá de un voluntariado y lograr continuidad.
La pasión y el entusiasmo es lo que transmiten Santiago Aldan(25), Narcos Gershenson(27) y Victoria Aldan(27) en una charla informal en donde explican que Rompecabezas debe su nombre a la idea de red, de construcción de partes que se juntan y también porque a veces ciertas vivencias son tan movilizadotas que “te rompen la cabeza”
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“… Y los pedacitos rotos del sueño ¿se juntarán alguna vez?, ¿se juntarán algún día los pedacitos?, ¿están diciendo que los engancharemos al tejido del sueño general?, ¿están diciendo que soñemos mejor?”
Juan Gelman
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“En mi vida voy eligiendo caminos, CRESER es uno de ellos, junto a cumpas docentes y voluntarios creamos un centro comunitario que propone proyectos educativos para un grupo de niños y adolescentes del Barrio 9 de Julio, de José León Suárez.

Nuestra propuesta tiene como eje fundamental la educación, en un plano comunitario, compartido, de intercambio y crecimiento en conjunto. Es una experiencia joven, en plena búsqueda de su identidad, que atraviesa un proceso de organización en el cual no solo realiza acciones que hacen posible la educación de nuestros niños, sino que también construyen una conciencia colectiva. Una construcción a través de la discusión y el aprendizaje grupal, donde proponemos indagar nuestras ideas y prácticas cotidianas para “pensar lo que hacemos” y como diría Castoriadis “para saber lo que pensamos”.
Y así en pleno camino, con poco recorrido y mucho por construir, con pocos aciertos y muchos errores, sigo apostando en CRESER como toda experiencia comunitaria que emprendí en mi vida, porque creo que la construcción de alternativas populares es un signo de resistencia frente al individualismo que nos quieren imponer.
Creo en las organizaciones comunitarias que generan espacios de encuentro con el “otro”, que no son fáciles de transitar porque están atravesadas por las diferencias, los temores, las angustias, las necesidades pero a la vez nutridas por las esperanzas, las alegrías, los sueños…Y vivir cotidianamente el desafío de lograr articularnos como pluralidad de sujetos buscando interpretar la realidad para proyectar acciones conjuntas y tratar de transformarla.
…y siento que poco a poco acerco el sueño a la acción.
* Lic. Trabajo Social
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