
Y aquí estamos con este nuevo número del mes de octubre y con la excusa de quien tiene algo para decir y lo dice como le sale. En este mes estamos de nuevo reflexionando, opinando, compartiendo.
Octubre nos remite necesariamente a lugares comunes y un poco contradictorios. Revolución, conquista y elección se cuelgan en esta asociación libre como de nuestra historia y de nuestra identidad.
Revolución son las ideas de cambio, de transformación, de lucha y de justicia que siguen sembrando esperanza y nos hacen transitar la vida con otras expectativas. Pero también es la historia de los sueños que no fueron o pudieron haber sido. Nos quedan las utopías y los debates eternos de una mesa con amigos imaginando qué hubiésemos sido si esas ideas hubiesen podido ser.¿Quién lo sabe?....
Mes aniversario de la conquista de América, del exterminio, de nuestro inicio en la historia del dominio del hombre por el hombre. Del olvido y la negación de los pueblos originarios, del origen del Estado Nación y de muchas de nuestras miserias actuales. Nos gusta pensar todavía que todos solo venimos de los barcos, antes que ver la realidad étnica en la mayoría de nuestros rasgos indígenas.
Elegir como acto que expresa la libertad es uno de los más dignos que tenemos. Ser crítico cuando la cosa no anda bien es sencillo; los malos están de un lado y nos alcanza con la denuncia y el desprecio. Pero cuando la realidad ya no está en blanco y negro los grises se hacen complejos. Y ni hablar cuando son nuestros elegidos (por compartir ciertas ideas políticas, morales y éticas) los que hacen las cosas mal.
¿Cómo separar los tantos y ver los aspectos positivos y negativos como parte de una misma realidad? ¿Cómo criticar para construir y no destruir?¿La corrupción, los negociados, la manipulación y la mentira son solo exclusivas de la derecha corrupta y reaccionaria?¿Son solo formas de hacer política de los 90?¿Qué cambió y qué no cambió? ¿Hemos vaciado el significado de la palabra transformación?...
Mientras nos seguimos haciendo preguntas, y a pesar de todo, los humanos seguimos preocupadas por cosas más simples desde la propia existencia; hallar la mejor manera de ir al encuentro de los otros. Para convivir, para trabajar, para amar, para odiar, para pensar, para disfrutar, para construir.
Por suerte algunos tienen ideas interesantes que reivindican a la especie y nos ayudan a estar mejor; y otros siguen intentando acercarse con pequeñas propuestas que mantienen viva la llama de la ilusión desde el simple espacio de un blogs….
Otras referencias a Octubre...
En este Octubre se cumple otro aniversario de la muerte del Che (40 años).
Mientras en estos días los homenajes y los debates respecto a su rol histórico, su imagen mediática y de cómo el capitalismo convirtió su figura en una mercancía estarán en todos los medios. Las palabras mito, héroe, emblema, luchador e idealista estarán dando vueltas así como también los debates sobre si fue un error táctico y estratégico si entrada a Bolivia, si fue o no una derrota de la izquierda (y así podríamos sumarle miles de temas que se desprenden de su figura). Para colmo hay que agregarle como el resultado de las votaciones del programa “El Gen Argentino”.
Desde este espacio solo trataremos de reflejar aunque sea un mínimo de su faceta humana transcribiendo una de sus cartas. Que del Che hablen sus propias palabras…
Carta escrita antes de entrar en la selva boliviana.
ERNESTO GUEVARA
A SUS PADRES.
Queridos viejos:
Otra vez siento bajo mis talones el costillar de Rocinante, vuelvo al camino con mi adarga al brazo. Hace diez años les escribí otra carta de despedida, según recuerdo, me lamentaba de no ser soldado y mejor médico: lo segundo ya no me interesa, soldado, no soy tan malo. Nada ha cambiado en esencia, salvo que soy mucho más conciente, mi marxismo esta enraizado y depurado. Creo en la lucha armada como la única solución para los pueblos que luchan por liberarse y soy consecuente con mis creencias. Muchos me dirán aventurero, y lo soy, sólo de un tipo diferente y de los que ponen el pellejo para demostrar sus verdades.
Puede que ésta sea la definitiva. No la busco, pero está dentro del cálculo lógico de posibilidades. Si es así va un último abrazo.
Los he querido mucho, solo que no he sabido expresar mi cariño. Soy extremadamente rígido en mis acciones y creo que a veces no me entendieron. No era fácil entenderme, por otra parte; créame, solamente hoy.
Ahora, una voluntad que he pulido con delectación de artista sostendrá unas piernas flácidas y unos pulmones cansados. Lo haré.
Acuérdense de vez en cuando este pequeño “condottieri” del siglo XX.
Un beso a Cecilia, a Roberto, a Juan Martín y Patotín, a Beatriz, a todos.
Un abrazo de hijo pródigo y recalcitrante para ustedes.
Ernesto(1928-1967)
Hasta la victoria siempre...siempre y cuando..

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